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Área Parietal y Dislexia

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En este artículo vamos a contarte las relaciones entre el Área Parietal y Dislexia. La dislexia es un trastorno del aprendizaje que se caracteriza por dificultades en la lectura, escritura y en el procesamiento fonológico. Las investigaciones neuropsicológicas han revelado que una de las áreas cerebrales más implicadas en la dislexia es el lóbulo parietal, una región que juega un papel crucial en la integración sensorial y el procesamiento del lenguaje.

Nuestra dedicación a la investigación y nuestra experiencia práctica nos permiten ofrecer una visión integral y avanzada del trastorno. A medida que avances en la lectura, descubrirás insights únicos y estrategias basadas en evidencias que no encontrarás en otros lugares. Este conocimiento es el resultado de años de estudio y práctica clínica, y refleja la profunda comprensión de la dislexia de nuestro equipo comprometido con la excelencia y con un enfoque innovador y especializado en la dislexia que verdaderamente funciona.

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Área Parietal y Dislexia

El lóbulo parietal está involucrado en varias funciones cognitivas, incluyendo la percepción espacial, la integración sensorial y el procesamiento del lenguaje. En el contexto de la dislexia, dos subregiones del lóbulo parietal son especialmente relevantes: la región parietal inferior izquierda, que incluye el giro supramarginal y el giro angular.

  1. Giro Supramarginal: Esta región está implicada en la manipulación de la información fonológica. Los estudios han demostrado que las personas con dislexia suelen tener menos activación en esta área durante tareas que requieren la decodificación fonológica, como el reconocimiento de rimas y el deletreo de palabras y pseudopalabras. La disfunción en el giro supramarginal puede llevar a dificultades en la conversión de sonidos en letras y en la manipulación de sonidos dentro de las palabras, procesos fundamentales para la lectura y la escritura.
  2. Giro Angular: El giro angular está relacionado con la integración de la información visual y auditiva. En el contexto de la lectura, esta región ayuda a vincular la forma visual de una palabra con su representación fonológica. La menor activación o la disfunción en el giro angular puede resultar en dificultades para reconocer palabras de manera fluida y precisa, lo que es una característica común en individuos con dislexia.

El Papel del Lóbulo Parietal en el Procesamiento del Lenguaje

El lóbulo parietal es una región cerebral multifuncional que desempeña un papel crucial en la integración sensorial y la coordinación espacial. Sin embargo, una de sus funciones más importantes y a menudo menos destacadas es su implicación en el procesamiento del lenguaje. Esta región del cerebro, situada en la parte superior trasera del cráneo, está dividida en varias subregiones que contribuyen de manera única a diferentes aspectos del lenguaje.

Integración Fonológica y Visuo-espacial

El lóbulo parietal es esencial para la integración de información fonológica y visuo-espacial. Esta integración es vital para la lectura y la escritura, donde el cerebro debe asociar sonidos con sus correspondientes representaciones visuales (letras y palabras). Por ejemplo, durante la lectura, el cerebro utiliza el lóbulo parietal para transformar las secuencias de letras en sonidos y significados, un proceso conocido como decodificación. Sin una adecuada función parietal, los individuos pueden experimentar dificultades en la fluidez de la lectura y en la comprensión de textos escritos.

Percepción y Manipulación de Estructuras Gramaticales

El lóbulo parietal también juega un papel importante en la percepción y manipulación de las estructuras gramaticales del lenguaje. Esto incluye la capacidad para reconocer y aplicar reglas gramaticales, identificar partes del discurso y construir frases coherentes. La región parietal inferior, en particular, colabora con otras áreas del cerebro para analizar y comprender la sintaxis y la estructura de las oraciones. Esta función es crucial para la producción y comprensión de lenguaje complejo.

Memoria de Trabajo y Procesamiento del Lenguaje

La memoria de trabajo es la capacidad para mantener y manipular información temporalmente. En el contexto del lenguaje, el lóbulo parietal, especialmente a través de su interacción con la corteza prefrontal, es fundamental para sostener y procesar información verbal. Esta capacidad permite a los individuos seguir el hilo de una conversación, comprender oraciones largas y recordar instrucciones verbales. Las deficiencias en esta área pueden conducir a dificultades en la comprensión lectora y en la producción del habla.

Procesamiento Semántico

El procesamiento semántico, que es la comprensión del significado de las palabras y frases, también involucra el lóbulo parietal. Aunque las regiones temporales y frontales son más conocidas por su papel en el procesamiento semántico, el lóbulo parietal ayuda a integrar la información semántica con el contexto espacial y sensorial. Por ejemplo, al leer una historia, el lóbulo parietal ayuda a situar los eventos en un marco temporal y espacial, facilitando una comprensión más rica y completa del texto.

Conectividad Neural

La eficacia del lóbulo parietal en el procesamiento del lenguaje depende en gran medida de su conectividad con otras áreas cerebrales. Las conexiones con el lóbulo frontal son esenciales para la planificación y producción del habla, mientras que las conexiones con el lóbulo temporal son cruciales para la comprensión auditiva y la memoria verbal. Esta red de conectividad permite que el lóbulo parietal participe de manera integral en todos los aspectos del procesamiento del lenguaje, desde la percepción inicial hasta la producción y comprensión complejas.

Neurotransmisores en el Lóbulo Parietal y su Relación con la Dislexia

El funcionamiento del lóbulo parietal y su implicación en el procesamiento del lenguaje no solo dependen de la estructura y la conectividad neural, sino también de la actividad de varios neurotransmisores. Los neurotransmisores son sustancias químicas que permiten la comunicación entre las neuronas, y su equilibrio y función son esenciales para el procesamiento cognitivo, incluido el lenguaje. En el contexto de la dislexia, ciertas alteraciones en los niveles y la función de neurotransmisores específicos en el lóbulo parietal pueden contribuir a las dificultades observadas.

Glutamato y GABA: Equilibrio Excitatorio-Inhibitorio

Dos de los neurotransmisores más importantes en el lóbulo parietal son el glutamato y el ácido gamma-aminobutírico (GABA). El glutamato es el principal neurotransmisor excitatorio del cerebro, mientras que el GABA es el principal neurotransmisor inhibitorio. Un equilibrio adecuado entre estos neurotransmisores es crucial para la plasticidad sináptica y el procesamiento eficiente de la información.

En personas con dislexia, se ha observado una disrupción en este equilibrio excitatorio-inhibitorio. Estudios neuroquímicos sugieren que los individuos con dislexia pueden tener niveles alterados de glutamato y GABA en el lóbulo parietal, lo que afecta la transmisión de señales y la coordinación entre las áreas cerebrales involucradas en el procesamiento del lenguaje. Esta disrupción puede contribuir a las dificultades en la decodificación fonológica y la integración sensorial, características de la dislexia.

Dopamina: Modulación de la Atención y la Memoria de Trabajo

La dopamina es otro neurotransmisor clave que modula la atención, la memoria de trabajo y el aprendizaje. En el lóbulo parietal, la dopamina influye en la capacidad para mantener la atención en tareas de procesamiento del lenguaje y en la manipulación de la información verbal en la memoria de trabajo. Las investigaciones han indicado que las personas con dislexia pueden experimentar una dopaminergia atípica, lo que podría explicar algunas de las dificultades atencionales y de memoria de trabajo observadas en este trastorno.

Acetilcolina: Plasticidad Sináptica y Aprendizaje

La acetilcolina es crucial para la plasticidad sináptica y el aprendizaje, especialmente en el contexto del procesamiento del lenguaje. Este neurotransmisor facilita la formación de nuevas conexiones sinápticas y la consolidación de la memoria. En el lóbulo parietal, la acetilcolina juega un papel importante en la capacidad del cerebro para adaptarse a nuevas tareas lingüísticas y en el aprendizaje de nuevas palabras y estructuras gramaticales.

Las alteraciones en los niveles de acetilcolina en individuos con dislexia pueden interferir con la plasticidad sináptica necesaria para el aprendizaje eficiente de habilidades de lectura y escritura. Esta disfunción puede contribuir a la persistencia de las dificultades lingüísticas a lo largo del tiempo.

Serotonina: Regulación Emocional y Motivación

La serotonina, conocida por su papel en la regulación del estado de ánimo, también influye en la motivación y la capacidad para enfrentar desafíos cognitivos. En el lóbulo parietal, la serotonina puede afectar la motivación para participar en actividades de lectura y escritura, así como la respuesta emocional a las dificultades lingüísticas. Las investigaciones han mostrado que niveles anómalos de serotonina pueden estar relacionados con la ansiedad y la baja autoestima en individuos con dislexia, exacerbando las dificultades académicas y sociales.

Conectividad Neural y Dislexia

Además de la activación específica de las subregiones parietales, la conectividad neural entre el lóbulo parietal y otras áreas del cerebro también es crucial para el procesamiento del lenguaje. La dislexia se ha asociado con una conectividad alterada entre el lóbulo parietal y las áreas frontales (como el área de Broca) y temporales (como el giro fusiforme). Estas conexiones son esenciales para la coordinación de las tareas de decodificación fonológica y el reconocimiento visual de palabras.

La dislexia es un trastorno complejo que no solo afecta áreas específicas del cerebro, sino también la conectividad entre estas áreas. La eficacia con la que distintas regiones cerebrales se comunican entre sí es crucial para el procesamiento fluido del lenguaje. En particular, la conectividad neural del lóbulo parietal con otras áreas cerebrales es fundamental para la integración de funciones lingüísticas y cognitivas.

Conectividad entre el Lóbulo Parietal y el Lóbulo Frontal

El lóbulo parietal y el lóbulo frontal están estrechamente conectados a través de vías neuronales que facilitan la planificación, la ejecución y la supervisión de tareas lingüísticas. El fascículo arqueado es una de las principales vías de conexión entre estas dos regiones. Esta vía es esencial para la integración fonológica y la producción del habla.

En individuos con dislexia, se ha observado que la conectividad del fascículo arqueado puede estar alterada. Estas alteraciones pueden resultar en una comunicación menos eficiente entre las áreas del lóbulo parietal que procesan la información fonológica y las áreas del lóbulo frontal que controlan la producción del habla y la planificación lingüística. Esta desconexión puede contribuir a las dificultades para convertir los sonidos en palabras y para articular pensamientos de manera coherente.

Conectividad entre el Lóbulo Parietal y el Lóbulo Temporal

El lóbulo temporal está implicado en el procesamiento auditivo y la memoria verbal, y su conectividad con el lóbulo parietal es crucial para la decodificación de palabras y la comprensión del lenguaje. El fascículo longitudinal superior es una vía clave que conecta estas dos regiones, facilitando el flujo de información auditiva y fonológica.

En personas con dislexia, la conectividad a lo largo del fascículo longitudinal superior puede estar comprometida, lo que dificulta la integración de la información auditiva con la representación visual y fonológica de las palabras. Esta deficiencia en la conectividad puede explicar las dificultades para reconocer y recordar palabras, un problema común en la dislexia.

Conectividad entre el Lóbulo Parietal y el Lóbulo Occipital

El lóbulo occipital, responsable del procesamiento visual, se comunica con el lóbulo parietal a través de vías como el fascículo longitudinal inferior. Esta conectividad es vital para la transformación de la información visual de las palabras en representaciones fonológicas y semánticas.

En individuos con dislexia, la eficiencia de esta conectividad puede estar disminuida, afectando la capacidad para procesar y reconocer palabras rápidamente. Esto se manifiesta como dificultades en la lectura fluida y precisa, ya que el cerebro no puede integrar eficazmente la información visual con la fonológica y la semántica.

Conectividad Intra-parietal

Además de las conexiones con otras regiones cerebrales, la conectividad dentro del lóbulo parietal mismo es crucial para el procesamiento integrado de la información sensorial y cognitiva. Las redes neuronales dentro del lóbulo parietal permiten la coordinación de tareas complejas como la manipulación espacial y la integración multisensorial, que son esenciales para la comprensión lectora y la escritura.

En la dislexia, las alteraciones en la conectividad intra-parietal pueden contribuir a la descoordinación de estas funciones integradas, exacerbando las dificultades en el procesamiento del lenguaje y otras habilidades cognitivas.

Evidencia de Estudios de Neuroimagen

Los estudios de neuroimagen, como la resonancia magnética funcional (fMRI) y la tomografía por emisión de positrones (PET), han proporcionado evidencia robusta de las diferencias en la activación y la conectividad del lóbulo parietal en individuos con dislexia en comparación con lectores típicos. Estos estudios han mostrado consistentemente una menor activación en el lóbulo parietal inferior izquierdo durante tareas de lectura y procesamiento fonológico en personas con dislexia.

Reducción en la Activación del Lóbulo Parietal Inferior

Uno de los hallazgos más consistentes en los estudios de fMRI es la reducción en la activación del lóbulo parietal inferior izquierdo, particularmente en el giro angular y el giro supramarginal, durante tareas relacionadas con la lectura y el procesamiento fonológico. Estas áreas son cruciales para la decodificación fonológica y la integración de la información auditiva y visual.

Por ejemplo, un estudio de Shaywitz et al. (2002) mostró que los niños con dislexia presentaban una menor activación en el giro angular izquierdo cuando realizaban tareas de lectura en comparación con sus pares sin dislexia. Esta reducción en la actividad se correlacionaba con dificultades en la decodificación fonológica y en la fluidez de la lectura, lo que sugiere una disfunción en la capacidad del cerebro para procesar y integrar los sonidos del lenguaje.

Alteraciones en la Conectividad Funcional

Además de las diferencias en la activación, los estudios de neuroimagen han revelado alteraciones en la conectividad funcional entre el lóbulo parietal y otras regiones cerebrales. Utilizando técnicas como la fMRI de estado de reposo, los investigadores han observado una conectividad funcional atípica entre el lóbulo parietal inferior y áreas clave del lóbulo frontal y temporal, que son esenciales para el procesamiento del lenguaje.

Un estudio realizado por Finn et al. (2014) encontró que los niños con dislexia mostraban una conectividad funcional reducida entre el giro angular y el área de Broca en el lóbulo frontal, una región crítica para la producción del habla y la planificación lingüística. Esta desconexión puede contribuir a las dificultades para articular palabras y a la disfluencia en la lectura observada en la dislexia.

Diferencias Estructurales en el Lóbulo Parietal

La resonancia magnética estructural (MRI) ha permitido identificar diferencias en la estructura del lóbulo parietal en individuos con dislexia. Varios estudios han reportado una reducción en el volumen de materia gris en el giro angular y el giro supramarginal en personas con dislexia. Estas diferencias estructurales pueden reflejar una menor densidad neuronal o una menor complejidad sináptica en estas regiones, lo que podría afectar su capacidad para procesar el lenguaje de manera eficiente.

Por ejemplo, un estudio de Hoeft et al. (2007) utilizando MRI encontró que los adultos con dislexia tenían un volumen reducido de materia gris en el giro angular izquierdo, lo que se correlacionaba con sus habilidades de lectura. Estos hallazgos sugieren que las diferencias estructurales en el lóbulo parietal pueden estar asociadas con las dificultades persistentes en el procesamiento del lenguaje que caracterizan a la dislexia.

Implicaciones de los Hallazgos de Neuroimagen

Las evidencias proporcionadas por los estudios de neuroimagen subrayan la importancia del lóbulo parietal en el procesamiento del lenguaje y en la dislexia. Las alteraciones en la activación, la conectividad funcional y la estructura del lóbulo parietal inferior se asocian consistentemente con las dificultades de lectura y decodificación fonológica observadas en este trastorno.

Estos hallazgos tienen importantes implicaciones para el desarrollo de intervenciones dirigidas a mejorar las habilidades de lectura en individuos con dislexia. Por ejemplo, las intervenciones que se enfocan en fortalecer la conectividad funcional entre el lóbulo parietal y otras áreas del cerebro, como el entrenamiento cognitivo y las técnicas de estimulación cerebral no invasiva, podrían ofrecer beneficios significativos.

Implicaciones para la Intervención

Comprender la relación entre el lóbulo parietal y la dislexia tiene importantes implicaciones para el desarrollo de intervenciones efectivas. Las estrategias de enseñanza que se centran en mejorar la conciencia fonológica y la decodificación fonológica pueden ser especialmente beneficiosas. Además, los programas que utilizan tecnologías como la fMRI para monitorear los cambios en la activación cerebral pueden ayudar a evaluar la eficacia de las intervenciones y ajustar las estrategias de enseñanza para satisfacer mejor las necesidades individuales de los estudiantes con dislexia.

La relación entre el área parietal y la dislexia destaca la importancia de esta región cerebral en el procesamiento fonológico y la integración sensorial, elementos cruciales para la lectura y la escritura. Las investigaciones continuas en esta área prometen mejorar nuestra comprensión del trastorno y ofrecer nuevas vías para intervenciones más personalizadas y efectivas.

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Artículo escrito por:
Juan José Millán I www.dislexiamadrid.es